7.11.10

Asi como quien no quiere la cosa.

Con vos aprendí que la vida es justa.
Que las sumas y las restas, siempre dan como resultado, 2.
Que apelar a la mente es dañino, pero que seguir el consejo cruel de un momento de debilidad está mal.
Que las penas son dulces.
Que no existe nada, nada más importante que el amor.
Que es totalmente irreversible.
Que las cosas buenas en exceso, hacen mal.
Que la esencia del espíritu se captura con tan solo una mirada, y basta solamente con conocer profundamente los ojos para saber si es cierto o no.
Que son necesarios los pasaportes entre la vida y la imaginación.
Que vivir es morir y volver a vivir, día a día.
Que hay que dejarse llevar, pero es difícil que el viento llegue cuando se desee.
Que no hay mucho mas tiempo.
Que son necesarios los llantos, los sufrimientos y el dolor.
Que la pasión no es cierta, un mito en comprobación.


Ahora, quisiera saber cómo pudiste, porque nunca me enseñaste nada.

2.11.10

Seguí participando.

Nunca me gustaron las competencias, porque no hay esperanzas de que gane en algo. Definitivamente no. 
Cuando tenés que competir entre dos años menos, la perfección y la belleza, estoy desde el principio, desde antes de empezar a pronunciar las palabras, afuera. Incluso antes de decir que es una competencia.
Pero es realmente una competencia? Si, en la que existen reglas nunca escritas, prohibiciones nunca establecidas, amores no correspondidos.


Reglas del juego que estoy dispuesta a jugar:
Admite la frustración.
Doblegate ante el dolor.
Evita la esperanza.


Las reglas son sumamente fáciles de seguir. El juego no garantiza seguridad emocional ni integridad física del admirado. No existen límites de edad. Prevalece la ilusión.