31.12.10

Mitología

Millones de gorgonas forman parte de la naturaleza humana. Ellas tienen miles de serpientes venenosas en su cabeza, esas serpientes muerden sus mentes, la envenenan, la controlan, las hacen ser infelices.
Entre Escila y Caribdis rondan sus pensamientos, nauseabundos y a la vez huelen a rosas.
Furias custodian el umbral de los sentimientos, preparadas para atacar cuando así sea necesario.  Su objetivo cambia cuando se presenta la ocasión,. El resentimiento se convierte en su poder, Cabizbajas muchas veces, otras con la frente alta, ellas hacen acto de presencia cuando el amor ha pasado de largo.
Ella siente la necesidad de hacerlo, su piel explota, siendo testigo del fuego inminente que por su alma se extiende. Duda, la duda persiste.
Momentos de resignación echados a la basura. Luego recicla.  Su mirada se pierde en una gota de agua que una a una, van llenando un océano. Tal vez sea felicidad, tal vez sea melancolía, tal vez sea amor. Ella no lo entiende muy bien, nadie le ha enseñado, y a pesar de todo, igual, no lo ha comprobado.
Perdida en medio de ondinas, llena de venganza impropia, ella aprendió cosas que preferiría haber experimentado, pero las cosas se dieron así y ella no puede hacer nada.

Él es un Rusalki macho navegando por su corazón, que no se encarga del trigo sino de su sangre, su fe, se encarga de hacerla vivir. O sobrevivir.

Como una Silfide, le da una brisa de esperanza, ella llora de necesidad. Sufre en silencio cuando muchas de ellas aparecen, arrasando con su felicidad, atrayendo a la necesidad.

Es la vida que le reprocha, su cuerpo protesta, pero su ingenio le impide seguir adelante. Ella es muy racional, siempre se guía por la mente, nunca por el corazón. Sigue siempre a su lado bueno, se controla cuando debería descontrolarse. Ella se arrepiente, hace lo que no debe.
La vida le presenta en una balanza perfectamente equilibrada de razones para vivir y para no hacerlo. Entre esas razones, ella cae hacia el lado que su mente decida, ella nunca quiso deshacerse de la inocencia, de la libertad corrupta que surge de su ser.
Una fogosa pasión habita dentro de ella, está invocando a las tinieblas. Siempre vuelve y se esconde, sus impulsos son frenado s a tiempo, debería ser así? Siente que no, pero la duda, otra vez la duda, hace que ella no se entienda a sí misma.
Dos polos opuestos, blanco mezclado con negro…que nunca formarán un gris homogéneo.

Incienso quema en su memoria, causando picazón a sus entrañas. A sus impulsos eléctricos neuronales que desaforan entablando una conversación con su deseo. El deseo es un fantasma. El fantasma huye, ha sido exorcizado. Pero el fantasma es valiente, más valiente de lo que ella nunca lo fue, y la posee. Posee su mente y su  cuerpo una y otra vez, haciéndola creer que todo esto es un juego de azar. Que a quien ha de tocarle, ha de tocarle.
Pensando siempre que nació diferente, con una congénita necesidad nunca saciada. Con el alma en las manos ella mira al cielo y reprocha a la vida, cuando corre en los maizales marchitos de la desesperanza, ella se siente bien, porque es su rutina, no conoce más que la desolación. Siempre fue así, jugando con cuchillos, hablando con muñecos, gritándole a un sordo y corriendo junto al viento.
Siempre contra la corriente, ella no sabe qué le depara, si serán los seres misteriosos que para ella son el mundo los que llenarán su vida en el futuro, o si la presencia de un marchito amor jugará con su rutina, yendo y viniendo por el bien de sus frutos.
Impidiendo la entrada a sus ojos, ella finge. Finge su aprobación. Ella nunca será feliz hasta que alguien la comprenda, pero sus ilusiones idiotas la dejan ciega, porque bien sabe que a cada luz le sigue la oscuridad.
Contempla el mar desde un acantilado, que susurra a sus oídos: “salta, salta”. Pero ella no lo hace. Tiene miedo de sumergirse en un mar cálido tal vez, o de un frío que congele…pero su mayor probabilidad, según lo que ella sabe, es de chocar contra una roca, y que eso destroce su ilusión.


29.12.10

S.O.S.

Me puedo estimular con música y alcohol, pero me excito más cuando es con vos.
Servida ya tu boca,  tan dulce está tu boca.
Tan dulce con un blues amargo-


Uno puede explicar la necesidad del amor, la desesperación, el dolor, pero lo que es imposible explicar es la resignación. Esas desechas ganas. La pasión hirviendo a cero grados Centígrados. La frialdad de un roce.


La desesperanza azota a la ciudad, las casas vuelan. Luego llega la calma, la calma que pronto es rota por otra tormenta. 
Pero igual, nunca nadie dijo que la vida es todo Felicidad~ Nunca va a existir la lluvia sin el agua, la luz sin una sombra. 
Así como cuando la luz del sol traspasa por un vidrio, dejando a su paso calor, fuego, también deja una estela, la luz no lo atraviesa completamente. Son reflejos a veces los que encandilan, engañando al observador. Lo ciega, lo atormenta. Luego el reflejo gira en otra dirección, pero vuelve. 


Cuando la necesidad se hace desagradable, cuando la vida no es suficiente, cuando las palabras no alcanzan y los ojos negros dominan el paisaje, es debido recurrir a lo infalible. Lo infalible está a criterio de cada un, pero siempre existe, al menos, una accion o reaccion que convierte a lo infalible, en lo mejor de la vida.